Los Tumores Infantiles se pueden clasificar en líquidos y sólidos. Los tumores líquidos son los que se originan de células sanguíneas como las Leucemias que son las más comunes y los Linfomas.
Dentro de los tumores sólidos tenemos cuatro grupos que incluyen los Tumores del Sistema Nervioso Central, el Retinoblastoma, los Tumores Abdominales y los Tumores de las Extremidades.
Tumores del Sistema Nervioso Central
Son el 25% de todos los tumores infantiles. Se componen de todos aquellos que se originan de las células maduras o inmaduras del cerebro y la médula espinal. Son los Ependimomas, Meduloblastomas, Pienaloblastomas, Astrocitomas entre otros. Se caracterizan por presentar dolores de cabeza que van en aumento acompañados de vómitos en su mayoría en las mañanas y de irritabilidad y pérdida del equilibrio en los niños que ya caminan.
Retinoblastoma
Es el tumor que nace de la retina, la que es la pantalla de nuestra visión. Puede darse en un solo ojo o en ambos, en este último caso hay más probabilidad de que el mismo sea hereditario, es decir se originó de un cambio que viene de generaciones atrás y que pueden heredarse a el futuro. Se ve en su mayoría en niños pequeños hasta los cinco años.
Tumores abdominales
Se caracterizan por el crecimiento del abdomen de manera llamativa, se pueden asociar a otros síntomas como fiebre, vómitos o sangre en la orina según el órgano de origen y según lo avanzado de la enfermedad. Dentro de este grupo el tumor más común es el Tumor de Wilms o Nefroblastoma el que se origina en el riñón, también existen otros tumores como el Hepatoblastoma que se origina de las células inmaduras del hígado y el Neuroblastoma que se origina de las células de la glándula suprarenal que se encuentra de sombrerito del riñón. Estos tumores son característicos de niños menores de cinco años; en las edades de los adolescentes entre los 10 a 18 años podemos ver la presencia de un tumor de las células reproductivas llamados tumores germinales.
Tumores de las Extremidades
Se observan dos tipos de tumores los que nacen en los tejidos blandos dentro de ellos el más común es el rabdomiosarcoma y los tumores que nacen del hueso dentro de ellos el Osteosarcoma, el más comúnmente visto en los adolescentes y el Sarcoma de Ewing que se ve en niños más pequeños.
Lo más importante hoy en día para poder lograr pronósticos mejores es la detección oportuna y esto solo se da prestando mayor atención a los diferentes síntomas de alarma y llevando a todos los niños al pediatra con regularidad.